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Entorno Natural PROYECTO GRAN SIMIO (PGS) ÚLTIMAS NOTICIAS JUNIO 2014: ENTREVISTA A PEDRO POZAS, DIRECTOR EJECUTIVO DEL PGS

“¿Qué son los grandes simios? Personas no humanas que luchan por vivir en un mundo cada vez más limitado”

Entrevista a Pedro Pozas Terrados, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio

Pedro Pozas Terrados nos habla del Proyecto Gran Simio, una asociación que lucha por sus derechos. Recientemente han presentado un Manifiesto para que los grandes simios sean considerados como personas no humanas. Este Manifiesto lo llevarán a las Naciones Unidas para una Declaración Universal de los Derechos Fundamentales de los Grandes Simios. Desde el 5 de junio de este año recopilan firmas de todas aquellas personas que quieran apoyarlos. En menos de un mes, ya tienen 170 firmas de científicos como José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga, Joaquín Araujo, y los apoyos internacionales de Jane Goodal, Peter Singer… Todas las personas que quieran adherirse a este manifiesto lo podrán hacer mandando un correo a nautilusmar@yahoo.es


¿Quiénes son los grandes simios? ¿Qué nos une a ellos?

Los grandes simios somos especies que estamos incluidos taxonómicamente dentro de la familia de los Hominidae. Y digo bien, nosotros somos también primates, grandes simios que compartimos evolución y un mismo ancestro común con el resto de nuestros compañeros homínidos. El camino evolutivo nos hizo seguir caminos diferentes aunque muy cercanos entre sí. Compartimos con ellos, además de numerosas capacidades cognitivas, el 99% del total genético con los chimpancés y bonobos y con los orangutanes y gorilas, el 97 y 98% respectivamente.

Es decir, nos diferenciamos escasamente de los chimpancés y bonobos en un 1%, por lo que muchos científicos, una vez analizado en 2005 el genoma del chimpancé han pedido que además de estar dentro de nuestra familia, también deben figurar dentro de nuestro mismo género “homo troglodytes” (chimpancé) y “homo paniscus” (bonobo). Con el gorila ya sería un poco mayor la diferencia genética (2%) y con el orangután (3%).

Sin embargo, a pesar de ello, los cuatro grandes simios (chimpancés, orangutanes, bonobos y gorilas) comparten muchas similitudes con su hermano mayor el “homo sapiens”. Las capacidades cognitivas que antes mencionaba son en gran número iguales a las nuestras, como el conocimiento del esquema corporal y la noción de la muerte, la comunicación con el lenguaje de signos e incluso el aprendizaje del sistema de signos ASL (Sistema de Signos Internacional), la fabricación de sencillas herramientas, la capacidad cooperativa en las patrullas territoriales o bien, en el sistema político básico que se asemeja al nuestro, el mantenimiento de por vida de relaciones familiares, personalidad propia, relaciones sexuales no promiscuas, cultura propia, estética de sí mismos, engaño, bromear, reír, planificación del futuro, dolor, tristeza, pena, empatía… Entre otras muchas capacidades que les hace poseer el derecho de ser los seres vivos más cercanos a nosotros y, por consiguiente, ser partes activas en la historia de la humanidad.

Partiendo de todo ello, nos une el tener un mismo ancestro común, un mismo familiar antepasado del cual heredamos la estrategia de caminar en la evolución a lo largo de millones de años, pertenecer al mismo linaje originario de donde partió el homínido en la conquista de la vida.
Viendo este acercamiento, descubriendo que nuestros pasos han caminado siempre paralelos por los caminos del tiempo, a pesar de las inclemencias de un mundo que cambiaba, es inadmisible que ahora los tengamos encerrados en zoológicos, cautivos.

Los estamos tratando exactamente igual a como en su día tratamos a los esclavos solo por la diferencia de su piel; lo que ahora nos parece una injusticia, una cobardía y un genocidio imperdonable. También las generaciones futuras se avergonzarán de cómo hoy estamos tratando a los grandes simios. E igual que antaño existieron los antiesclavistas que poco a poco lucharon para que los “negros” recuperaran su estatus humano, hoy luchamos en el Proyecto Gran Simio para que se les concedan sus derechos como homínidos miembros de nuestra familia.


¿Qué hacéis en vuestra Asociación Proyecto Gran Simio?

Luchar por sus derechos (a la vida, la libertad y a no ser torturados ni física ni psicológicamente) en tres frentes importantes:

Primero en la protección de su hábitat, las selvas tropicales donde viven. En esta lucha amplia y difícil por la tamaña barbaridad que están haciendo las naciones del mundo permitiendo su destrucción, no solo están en peligro las cuatro especies de grandes simios, sino también las poblaciones indígenas, las aldeas campesinas y la biodiversidad de los bosques tropicales.

Aquí nos enfrentamos con gobiernos corruptos que permiten a multinacionales extranjeras, a cambio de dinero, la obtención de la riqueza de los recursos naturales para el beneficio de los países “desarrollados”, sin que exista ningún beneficio para el pueblo y mucho menos para los grandes simios y el resto de las especies tanto animales como vegetales. Una gran lucha que implica mucho esfuerzo y necesita un gran apoyo por parte de la sociedad para lograr detener estos genocidios donde la vida da paso a la muerte.

Allí, los líderes indígenas son asesinados, expulsados de sus tierras, las poblaciones de grandes simios descienden velozmente, tanto que en diez años, si no le ponemos solución, los orangutanes, los bonobos, chimpancés y gorilas habrán desaparecido; las selvas destruidas para dar paso a monocultivos. La situación es muy complicada, máxime cuando en el mismo Ecuador, que es donde está la mayoría de las selvas tropicales, nacen los vientos planetarios hacia los hemisferios norte y sur. La destrucción de estas selvas origina un cambio de sistema de vientos que, como efecto dominó, está repercutiendo en el aumento de la temperatura del mar, cambio en las corrientes marinas, terremotos, etc. Aquí vemos la gran importancia de proteger el hábitat de los grandes simios, porque egoístamente estaríamos protegiendo a la propia estabilidad de la Tierra y, en consecuencia, nuestra seguridad.

El segundo frente de lucha lo tenemos en los zoológicos, en los circos y en los centros de primates en donde se mantienen cautivos a los grandes simios, en algunos de ellos de manera indigna y en malas condiciones. Ya existen numerosos informes que certifican que todos los animales, pero en especial los grandes simios encerrados en los zoológicos, tienen enfermedades psicológicas graves. Nuestro trabajo es ver cómo están, si necesitan ayuda y, sí es así, se denuncia a las autoridades, se hace un seguimiento, se informa a la prensa y se intenta ayudarlos de todas las formas posibles.

El tercer y último frente importante en Proyecto Gran Simio es conseguir que por parte del Congreso de los Diputados, como ya se aprobó en 2008, que se legisle una ley de grandes simios donde se recoja sus derechos fundamentales y se regule su tránsito, el respeto a no romper lazos familiares, la no utilización en espectáculos públicos, que los expuestos en zoológicos tengan gran amplitud de terreno y lugares donde resguardarse de las miradas de los visitantes y muchas otras medidas. Además, a nivel internacional, trabajar para que Naciones Unidas promulgue una Declaración de los Derechos de los Grandes Simios.


El Proyecto Gran Simio lucha por los derechos de los grandes simios considerados como compañeros evolutivos de los humanos. ¿Cuál es su situación actual?

Su situación es muy grave. Las selvas tropicales donde viven están siendo destruidas. Los orangutanes que viven en las selvas de Indonesia están perdiendo su hábitat por el monocultivo de la palma de aceite. Del gorila del Río Cress, solamente quedan 200 ejemplares. El tráfico de especies continúa de una forma inimaginable. Se cazan a chimpancés, bonobos y gorilas para comer. A las orangutanas se las utiliza en prostíbulos. El virus ébola se está llevando por delante a poblaciones de gorilas y chimpancés además de las humanas.

Los grandes simios que han compartido con nosotros millones de años sin que sus poblaciones hubieran estado en peligro, ahora, tan solo en unas décadas, los humanos hemos convertido sus vidas en un infierno, en un genocidio, en un exterminio sin precedentes en la historia de los homínidos.


¿Existe en España alguna ley que los proteja? ¿Cuáles son los principales abusos que sufren en este país?

No existe, aunque democráticamente tenía que existir. En junio del 2008, la Comisión de Medio Ambiente del Congreso aprobó la Proposición No de Ley presentada por los Verdes de Cataluña, en el que se pedía que el Gobierno se adhiriera a los objetivos del Proyecto Gran Simio, que en el plazo de un dos meses se legislara una ley de grandes simios y que se llevara los derechos de los grandes simios a los foros internacionales. Sin embargo, a pesar de ser aprobado en el Congreso, el Gobierno de Zapatero la olvidó en los cajones de la Moncloa, ignorando, así, una petición del pueblo. Sin embargo, en esa misma Comisión del Congreso también se aprobó una Proposición No de Ley para cambiar las bombillas por las de bajo consumo, y eso ya se ha cumplido…

Los principales problemas y abusos en España es la situación en que se encuentran muchos grandes simios encerrados en recintos o jaulas pequeñas y con enfermedades psicológicas. La explotación de las hembras a las que se les retira el bebé nada más nacer con la excusa de que la madre no sabe cuidarle y, de esa forma, como ya no están preocupadas en mantener a su hijo, son receptivas para tener un nuevo bebé. Y los traslados que se originan de un centro zoológico a otro, rompiendo muchas veces los lazos familiares.


¿Cuál es el listado de derechos que se debería recoger en la ley que protegiese a los grandes simios?

Sin duda, y primeramente, sus tres derechos fundamentales: la vida, la libertad y la no tortura. Los que están ya cautivos es complicado devolverles a su lugar de origen, pero al menos deberían estar en zonas más amplias y donde puedan subirse a los árboles, tener un refugio para las noches de invierno y lugares en donde puedan estar aquellos que no quieran estar a la vista del público.

Por ello, es necesario como ya se ha hecho en Estados Unidos, de la construcción de varios santuarios en donde se les garantice al menos esa semilibertad y protección.

Además en esa ley debe estar bien definida la prohibición de utilizarlos en experimentos médicos. Que puedan tener personas que les represente ante un juzgado para garantizar sus derechos.

También la prohibición de su utilización en espectáculos públicos como en la televisión o en el circo, en películas o series, así como usar su imagen en anuncios cuando estos sean despectivos para la especie.

Que su maltrato o muerte sin justificación sea considerado delito.

Que sean tratados como sujetos y no como objetos.

Que no se puedan romper lazos familiares o de amistad en los traslados frecuentes y que estos estén muy justificados y con informes independientes que avalen su marcha.

Que las hembras no sean explotadas sexualmente.

Que sean reconocidos al menos una vez al mes por médicos, ya que al ser tan cercanos a nosotros comparten idéntica estructura biológica, hasta el punto que los chimpancés y bonobos pueden donar sin problemas sangre a los humanos y viceversa.

Podría seguir con más puntos que podrían figurar en una ley de grandes simios, pero sería muy extenso.

Obviamente no van a tener derecho a trabajar o a tener una casa como algunos detractores de los grandes simios aseguran que deseamos para ellos. La ignorancia y la incultura echan raíces en sus pobres cerebros.


¿Científicamente qué representan y qué son los grandes simios? ¿Os apoyan científicos prestigiosos en vuestra lucha?

Los grandes simios son homínidos, forman parte de la propia historia de la humanidad y ellos pueden dar la clave a muchos de nuestros interrogantes sobre la vida y el origen de nuestra procedencia. Son personas no humanas que tienen su propia evolución al separarse del linaje humano y cumplen todos los requisitos filosóficos de entrar en la categoría de personas.
El chimpancé, el humano, el gorila…, son términos biológicos que no pueden cambiarse. El orangután siempre será un orangután y el hombre, un hombre. Sin embargo el término “persona” es filosófico y ese sí que puede variar según los conceptos de nuestros sabios. Ellos nos dicen que persona es un ser con autocontrol, sentido del futuro y del pasado, capacidad para relacionarse con los otros, preocupación hacía los demás, empatía, comunicación, curiosidad, aprendizaje en lenguajes humanos, planificación del futuro.

El filósofo John Locke dice que la persona es un ser inteligente que piensa, que puede razonar y reflexionar, que puede considerarse a sí mismo como el mismo sujeto que piensa en distintos momentos y sitios.

La Real Academia de Lengua nos dice que persona es un ser racional y consciente de sí mismo, poseedor de identidad propia; un ser social dotado de sensibilidad junto con la inteligencia y voluntad.

Pues bien, todos estos conceptos filosóficos, definiciones y cualidades para que un ser sea considerado persona, lo cumplen nuestros queridos amigos los grandes simios. Por lo tanto…. ¿Qué son los grandes simios? Son personas no humanas que luchan por vivir como nosotros en un mundo cada vez más limitado por la presión humana que lo lleva a la destrucción.
Existen infinidad de informes científicos que avalan las capacidades cognitivas de los grandes simios iguales a las humanas. Se les reconoce nuestro acercamiento, que tenemos un mismo ancestro común, que son inteligentes con cultura y fabricación de herramientas y sin embargo, son tratados como meros animales en laboratorios y encerrados en zoológicos sin comprender que todos estos estudios nos están diciendo que debemos de respetarlos exactamente igual a cómo si encontrásemos en medio de la selva a un grupo de Neandertales.

¿A caso los encerraríamos en circos o zoológicos? Pues los grandes simios homínidos están a la misma altura genealógica que los Neandertales ya desaparecidos.

Por lo tanto, sí hay numerosos informes que apoyan y demuestran sus capacidades pero los políticos que tienen el poder de legislar leyes de protección, lo ignoran y se mofan cuando alguien pide sus derechos, como pasó en España en 2006 y 2008 cuando presentamos el Proyecto Gran Simio en el Congreso.
La incultura y la cabeza hueca, por desgracia, hacia mucha mella en muchos de los políticos del mundo y así nos va.


Piensas que la situación actual del mundo seguirá agraviándose hasta llegar al No Retorno, ¿qué es y que supone el No Retorno?

Sencillamente el momento en que por muchas medidas que se pongan para intentar resolver los problemas medioambientales graves que el hombre ha creado, no servirán de nada porque el proceso de destrucción global, las defensas de la Tierra, se habrán disparado como medida de autoprotección, arrasando y cambiando lo que se tenga que cambiar para volver a un equilibrio de vida sostenible. En otras palabras, prepararnos para una adaptación rápida en la que millones de seres humanos verán alteradas sus vidas, sus trabajos… Donde la energía, tal como la conocemos, habrá dejado de existir y en la que los supervivientes se enfrentarán a la cruda realidad de un cambio climático sin precedentes en la historia de la Tierra y donde tal vez se tenga que comenzar de cero, con la experiencia de que no hay que agotar los recursos naturales y hacer ciencia y progreso para el bienestar de las personas y de los pueblos y no para el bolsillo de unos pocos que anulan los avances tecnológicos que puedan ir contra sus intereses.

Sabemos que existen energías libres recogidas del mismo entorno como lo demostró Nikola Tesla: motores que funcionan con agua e incluso con agua de mar solamente, motores de energía magnética infinita y sin ningún costo.

Podríamos hablar de muchos otros avances cuyas patentes son compradas y abandonadas porque no interesa su puesta en funcionamiento por parte del poder económico.
Por lo tanto, si llegamos al No Retorno es porque los poderes políticos y económicos, dueños del mundo, así lo desean y quieren, ya que existen alternativas suficientes.

Un ejemplo: ¿Quién se beneficiaría si tuviéramos energía gratis? La sociedad, el pueblo…., pero al ser gratis y no pagar por ella, los magnates de las eléctricas, sus grandes directivos, sus directores generales, sus bancos….., no podrían vivir al no recibir un euro de los ciudadanos.

Esta es la cadena con la que nos encontramos los ciudadanos del mundo. Ellos, los políticos son los que nos llevan de cabeza al No retorno y responsables del cambio climático global que se avecina.


El poder económico y político continúa con sus genocidios y ecocidios ¿qué se puede hacer para frenar su devastación?

Lo importante es saber globalmente lo que esta pasando y tener información complementaria fuera de los medios de comunicación convencionales que intentan ocultar muchas veces lo que esta ocurriendo. Después y sabiendo que son los políticos los responsables de estos genocidios y ecocidios, en los que nos atañe a nosotros en España, apoyar las formaciones políticas donde el tema medioambiental sea un preferente importante no solo ya para nuestro país, sino también para las multinacionales españolas que operan en otros países. Debe existir una ley nacional que penalice con prisión a los directivos de las empresas que cometan daños medioambientales a terceros países aunque éstos últimos den su consentimiento.

Debemos de informar a la sociedad para que se sepa consumir sin que seamos cómplices de barbaridades como el biodiesel por la destrucción de las selvas y responsable de un crimen de lesa humanidad o como el mineral coltan que procede en un 80% de la República Democrática del Congo y que emplean a niños para su extracción ocasionando cientos de muertes por desprendimientos de la tierra y cientos de ellos que son utilizados como esclavos.

Si el consumidor esta informado globalmente, con su acción de no adquirir el producto contribuye al boicot y juntos podemos hundir estas prácticas destructoras de la biodiversidad y de la violación de los derechos humanos que hay detrás de muchos objetos que compramos.

Otro caso lo tenemos en los langostinos, la mayoría de ellos proceden de Sudamérica y algunos países asiáticos donde se ha destruido los manglares imprescindibles para la riqueza marina y pesca artesanal, convirtiéndolos en lagos muertos y sin vida y donde crían a esos langostinos con piensos para su engorde, en una masificación que no es natural.

Hay que educar e informar, para después poder elegir a nuestros políticos que estén comprometidos con el medio ambiente. Ya vemos la importancia del medio ambiente que tiene en España, cuando no hay ni tan siquiera un Ministerio especifico, ya que el que existe se llama Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.


¿De dónde proviene la crueldad de los humanos hacia sus iguales, hacia otras especies y hacia su entorno?

El Homo sapiens es violento, un depredador nato, una especie que a lo largo de sus miles de años en evolución, ha exterminado al resto de los homínidos que convivían con él y ahora se extermina así mismo y al medio donde habita, en un suicidio inculto y sin sentido. La violencia está en nuestros genes.

Somos los únicos animales que nos exterminamos masivamente a nosotros mismos con una violencia macabra y llena de horror. Nuestra “supuesta” inteligencia ha hecho que podamos dominar en muchos de nosotros ese gen asesino y hayamos llegado a la conclusión que la violencia es signo de decadencia y que la sociedad de la paz y de la no violencia es signo de sabiduría y evolución.

Pero esto no justifica lo que muchos humanos están haciendo a sus semejantes en guerras sin sentido, con asesinatos espeluznantes, que solo razonan con las armas en la mano y no con la inteligencia y, por desgracia, muchos de ellos ostentan poderes políticos, llevando a sus pueblos a confrontaciones fraticidas y de exterminio.

Por mas que se grite Paz, en muchos puntos del mundo, la violencia y la guerra es obra de un Homo sapiens que no ha sabido convivir con dignidad y que, desde luego, está evocado a su desaparición.

Y no solo con las armas se realiza violencia y asesinatos. También existen millones de personas que mueren de hambre, de sed y de enfermedades ante un mundo cómplice de estos asesinatos, culpables de no ir a socorrerlos, de robar sus recursos naturales y de subsistencia, de lavarse las manos sangrientas de guante blanco.

El quitar derechos a los ciudadanos como está ocurriendo en muchos países como en España, el hundir la sanidad pública y la educación, tener a la gente en paro, sacarlos de sus casas para que vivan en la calle por culpa de Bancos y de los políticos que no han querido defender al pueblo y que no hacen más que favorecer al empresario para que este hunda al trabajador… Eso también es violencia, crueldad. Violencia cómplice porque son los ciudadanos los que les han puesto en el poder.


¿Somos los humanos una especie amenazada?

Sin duda alguna, pero paradójicamente amenazada por sí misma. Si al menos esta especie -de la que me avergüenzo en pertenecer- se suicidara ella sola, dejaría que el resto de las especies siguieran caminando hacia la evolución de la vida. Pero no, encima de matarnos a nosotros mismos, exterminamos al resto de las especies que viven en la Tierra hundiendo la esperanza para las generaciones futuras. Alteramos el equilibrio de nuestra naturaleza, de la biodiversidad del planeta que nos cobija y nos da la vida.



¿Qué nos une y que nos separa de los grandes simios?

Nos une que tenemos un mismo ancestro común, unos padres originarios y que, a partir de ese momento, caminamos juntos hasta que ellos comenzaron a seguir por otro camino y nosotros por el nuestro. Nos une estar en el mismo linaje de los homínidos.
Nos separa, además de un pequeño porcentaje genético que es lo que nos hace tener un aspecto algo diferente, un cerebro más grande por nuestra parte que en lugar de emplearlo para la armonía y la paz, lo hemos empleado para la destrucción, la violencia sin medida y la geofobia, término que utilizo para aquellos que odian el planeta y destruyen la naturaleza y el resto de los seres vivos, solo por el puro egoísmo y la ambición del poder.

Tenemos mucho que aprender de los grandes simios y, sobre todo, de los bonobos, una especie que se descubrió en 1929 y que está a punto de desaparecer. Los bonobos nos puedan dar muchas buenas lecciones de comportamiento social que podrían revolucionar nuestra propia existencia. Tal vez por ello, no se ha querido estudiarlos a fondo y solo se conoce pequeños estudios de campo.

Si algún día el hombre llegara a desaparecer dejando en paz al resto de las especies para que sigan su camino evolutivo, el bonobo, debido a su profundo comportamiento social de haz el amor y no la guerra sería la especie elegida para ocupar su puesto y erigirse guardián de la Tierra. Eso sí, sin perder de vista al chimpancé que al ser más violento y territorial podría acabar con los bonobos y convertirse en el nuevo amo destructor del mundo. De todas formas confío en que si hipotéticamente esto llegara a ocurrir, ellos no cometan el mismo error genocida que estamos cometiendo nosotros.


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