Gracias a todas y todos los que os habéis interesado por la situación de Habil, seguimos muy preocupados y no sabemos exactamente qué vamos a poder hacer. Arega ha podido hablar directamente con la niña y nos ha dicho que la boda no se producirá hasta que ella tenga 18 años. Ahora comprendemos bien cómo logran las familias y el futuro marido esquivar la acción judicial: acordando el matrimonio cuando la niña es menor de edad, aunque la boda se produzca más tarde. Para nosotros, la gravedad de la situación es la misma y la impotencia que sentimos es enorme.
Aunque nuestro viaje se retrasa, probablemente hasta Navidad de este año (pues no tiene sentido ir antes si no vamos a poder hacer nuestro trabajo en buenas condiciones), llegaremos a tiempo para, al menos, entrevistarnos con Habil y con su madre e intentar hacer algo. Será muy complicado porque el poder de la familia y de las tradiciones, en un amplio sector de la población de Lalibela, es enorme, pero como muchos de vosotros nos habéis transmitido, y es nuestra opinión, hay ocasiones en las que hay que intervenir e intentar todo lo que se pueda.
Pensaremos cómo podemos hacerlo y nos comunicaremos con las familias para que, al menos, comprendan el perjuicio enorme para Habil y el sufrimiento que conlleva, según nuestro punto de vista, e intentar evitar que vuelva a suceder.
Por lo demás, la situación política en Etiopía, como veréis en la prensa, es complicada, y la económica también. Ellos siempre salen adelante, pero la verdad es que estos meses están siendo de una especial dureza.
Seguiremos enviando más ayudas a las familias para que puedan alimentar a sus hijos, hasta que esto cambie a mejor.
Gracias por vuestra ayuda, sin vosotros no hay Lalibela Food Company.
Os mantendremos como siempre informados de todo.
MERCEDES VALLE
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